- Tecnología, datos e IoT optimizan rutas, costes y experiencia del empleado.
- Sostenibilidad: electrificación, MaaS y políticas inclusivas como ventaja competitiva.
- Normativa y reportes (CSRD, Ley de Movilidad) exigen medir y descarbonizar.
- Modelos flexibles (presupuestos, hubs, MaaB) desplazan al coche de empresa.

Viajar por trabajo ya no va solo de moverse del punto A al B; la movilidad corporativa se ha convertido en un vector estratégico que impacta en la competitividad, el clima interno y la captación de talento. En 2025, esta realidad se acentúa: las decisiones que tomamos sobre cómo, cuándo y con qué recursos se desplazan las personas repercuten directamente en la calidad de las reuniones, la agilidad comercial y el bienestar de los equipos.
Los datos son elocuentes y ponen el tema sobre la mesa: en España, el 73% de los trabajadores reconoce dificultades para desconectar fuera de su jornada, una cifra que se intensifica cuando hay viajes de negocio de por medio. Ritmos cambiantes, días largos y la presión de estar siempre disponibles crean una hiperconectividad que, si no se gestiona bien, drena energía y empeora la toma de decisiones.
De la logística a la estrategia: viajar mejor para rendir mejor
No se trata de viajar menos, sino de rediseñar la experiencia para que aporte valor. Un desplazamiento bien planificado reduce costes y protege el tiempo y la energía de quien viaja. Ese cambio de enfoque transforma el viaje en inversión: cada trayecto puede impulsar resultados, cultura y motivación si se elimina fricción en cada etapa.
Las agencias especializadas han dado un salto cualitativo: ya no es solo reservar vuelos y hoteles, sino construir itinerarios inteligentes con tecnología y un soporte humano cercano. Firmas como BizAway integran inteligencia artificial para anticipar incidencias, automatizan procesos y ajustan agendas a los ritmos biológicos de cada viajero, sin descuidar la atención eficaz cuando surge un imprevisto.
Ese equilibrio entre innovación y cercanía marca la diferencia entre un viaje agotador y uno muy productivo. Protocolos de microdescanso, recomendaciones personalizadas para aprovechar picos de energía y políticas internas que priorizan el bienestar del viajero ya son prácticas en expansión.
Las ventajas trascienden la productividad inmediata: cuidar cómo se viaja refuerza la propuesta de valor al empleado, consolida una cultura positiva y proyecta una imagen responsable e innovadora hacia clientes y socios.
Tendencias clave en movilidad corporativa para 2025
El ecosistema evoluciona rápido y conviene tener el radar bien calibrado. Estas son las tendencias que más influirán en la gestión de la movilidad y que están marcando la agenda de las empresas líderes.
Primero, la adopción de tecnologías avanzadas. IA, big data e IoT están reconfigurando la planificación de rutas, la asignación de recursos y el control de costes en tiempo real. El análisis predictivo permite anticipar demanda, detectar cuellos de botella y ajustar la oferta de transporte con precisión.
Segundo, sostenibilidad y movilidad verde como eje. La electrificación de flotas y el impulso del transporte compartido se consolidan, alineando objetivos ambientales con reputación de marca y expectativas de empleados y clientes.
La flexibilidad laboral también pesa: con modelos híbridos y teletrabajo, las políticas deben ajustarse a contextos cambiantes, incluyendo soluciones como carpooling, bonos de movilidad y apps que combinan medios según necesidades diarias.
Y no olvidemos la experiencia del empleado. La comodidad, accesibilidad y simplicidad de uso son esenciales para que la política de movilidad funcione. Encuestas de satisfacción y escucha activa ayudan a iterar y mejorar los servicios.
Por último, crecen las alianzas estratégicas. Colaborar con proveedores de tecnología, operadores y plataformas de movilidad acelera la implementación y reduce el riesgo. Iniciativas como las de celering.com muestran el valor de integrar soluciones de extremo a extremo.
Tecnologías que transforman la gestión: del vehículo autónomo al dato
Mirando a corto y medio plazo, varias innovaciones están redefiniendo el terreno de juego. Los vehículos autónomos avanzan gracias a la IA y sensores, con potencial para incrementar seguridad, reducir costes y liberar tiempo productivo de las personas.
La electrificación acelera. Las empresas migran a flotas eléctricas e híbridas impulsadas por objetivos de descarbonización y nuevas normativas, con una red de carga en expansión que mejora la viabilidad operativa.
Ganan terreno las plataformas de movilidad integrada. Reunir carsharing, ridesharing y transporte público en una sola app simplifica la experiencia y optimiza costes al combinar distintos modos en trayectos eficientes.
El big data y el análisis predictivo dan un plus táctico. Comprender patrones de desplazamiento y ajustar rutas y horarios en tiempo real supone mejores niveles de servicio y ahorros significativos.
El teletrabajo se consolida y exige políticas más flexibles. Ofrecer alternativas personalizadas y a demanda eleva la satisfacción y el aprovechamiento de recursos.
Y la ciberseguridad se vuelve crítica. Proteger la información y los sistemas de movilidad es clave para mantener la confianza, con soluciones que evolucionan a la par que la tecnología.
Sostenibilidad con impacto: objetivos, cultura y negocio
La movilidad sostenible ya no es una opción estética: es un pilar de la estrategia corporativa que impacta en reputación, cumplimiento y eficiencia. No se limita a vehículos limpios; abarca optimización de rutas, políticas de uso compartido y alternativas de menor huella.
La presión regulatoria y social empuja en la misma dirección. Adoptar tecnologías y prácticas de bajas emisiones abre puertas a incentivos fiscales y subvenciones, a la vez que fortalece la marca ante clientes y talento.
La sostenibilidad también se cultiva desde dentro. Formación y concienciación al equipo ayudan a arraigar hábitos responsables y a escalar nuevas políticas con mayor aceptación.
No es un destino fijo, sino un proceso continuo. Las empresas deben adaptarse a nuevas tecnologías y normativas, midiendo y mejorando de forma iterativa. De nuevo, proveedores especializados facilitan la transición con asesoramiento y herramientas.
En el marco europeo, la Semana Europea de la Movilidad pone foco en el lema “Mobility for Everyone”. Hablar de sostenibilidad implica también accesibilidad e inclusión, asegurando que los beneficios de modelos limpios y eficientes llegan a toda la ciudadanía.
Digitalización y datos: del IoT a la toma de decisiones en tiempo real
La digitalización es el hilo conductor de toda esta transformación. El IoT permite monitorizar desplazamientos y activos en tiempo real, optimizando logística y apoyando objetivos ambientales con datos concretos de uso y emisiones.
El valor del dato no está solo en recopilar, sino en anticipar. Analítica avanzada y modelos predictivos detectan picos de demanda, recomiendan reequilibrios de flota y evitan incidencias antes de que afecten al servicio.
Los modelos de trabajo híbridos requieren personalización. Ajustar beneficios, rutas y opciones según equipo y localización ya es estándar en las organizaciones más maduras.
La digitalización, además, facilita medir y reportar sostenibilidad. Contar con huellas de carbono precisas por viaje, equipo o centro ayuda a cumplir normativas y a priorizar acciones con impacto real.
Las alianzas tecnológicas cierran el círculo. Integrar plataformas y compartir conocimiento con socios crea un ecosistema robusto que acelera la innovación y mejora la experiencia de usuario.
Marco regulatorio en España y Europa: obligaciones, datos e incentivos
Europa acelera la descarbonización del transporte con medidas como zonas de bajas emisiones y objetivos de reducción de emisiones de alcance 3, además de la transición energética en la movilidad.
En España, la futura Ley de Movilidad Sostenible ha ampliado su alcance al reducir el umbral de empresas afectadas de 500 a 200 empleados durante su tramitación, con la vista puesta en la neutralidad climática en 2050 y en la movilización de 10.000 millones de euros del Plan de Recuperación.
Sin embargo, queda recorrido en concienciación. El 68% de la ciudadanía desconoce las obligaciones de esta ley y solo un 12% sabe si su empresa dispone de un plan de movilidad sostenible al trabajo, según el Foro de Movilidad de Alphabet.
¿Qué demandan los empleados para facilitar sus desplazamientos? Incentivos al transporte público (44%), autobuses lanzadera (32%), plaza de aparcamiento (31%), acceso o incentivos al coche compartido (16%), opciones de micromovilidad (18%) y puntos de recarga en oficinas (20%).
Además, la ley reforzará la visión de la movilidad como derecho social. El 85% de los españoles ve la movilidad inclusiva como un derecho universal, y el texto incluye iniciativas como el Espacio de Datos Integrado de Movilidad (EDIM) y mecanismos para mejorar la participación pública.
Junto a ello, el Ministerio de Transportes impulsa financiación con fondos Next Generation EU para Planes de Transporte al Trabajo (PTT), especialmente en contextos de alta densidad y centros de gran tamaño. En la práctica, muchas obligaciones se activan en organizaciones con más de 500 personas por centro, aunque el nuevo marco legal amplía horizontes y exigencias.
Qué dicen los datos del mercado: seguridad, simplicidad y sostenibilidad
El estudio de Uber for Business y la IBTA sobre España confirma un cambio de prioridades. La seguridad lidera como criterio decisor (76,8%), seguida de disponibilidad y rapidez de respuesta (72,4%) y facilidad de pago (65,2%).
La sostenibilidad pesa cada vez más. Un 57% valora este aspecto como importante o muy importante al elegir medio de transporte y un 36% muestra preferencia por vehículos eléctricos.
Además, el 52% prefiere plataformas que integren sostenibilidad y eficiencia tecnológica en una única solución, una tendencia potenciada por la Directiva CSRD, que obliga a reportar información de sostenibilidad.
Desde el lado corporativo, se señalan áreas de mejora: tarifas más competitivas (46%), mejor integración con plataformas de gestión (35%) y servicio de atención al cliente más sólido (26%).
Pese a los retos, la digitalización avanza: la mitad de las organizaciones ya usa herramientas de este tipo y un 68% espera intensificar su adopción en los próximos años, ganando agilidad y control.
Modelos en auge: presupuestos flexibles, MaaS y electrificación
El viaje hacia la flexibilidad toma diferentes formas. Los presupuestos de movilidad flexibles permiten a cada persona elegir la combinación de medios que más le conviene según su día a día.
El paradigma de Movilidad como Servicio (MaaS) integra transporte público, compartido y bajo demanda en una experiencia coherente y sin fricciones, ideal para equipos descentralizados.
La electrificación es prioritaria: flotas eléctricas y soluciones de carga corporativa sustentan objetivos de descarbonización y reducen coste total de propiedad a medio plazo.
La conectividad, digitalización e IoT dan visibilidad operativa y facilitan la toma de decisiones, mientras que los hubs de movilidad inteligentes e intermodales conectan mejor los últimos kilómetros.
Mirando al horizonte, los avances en vehículos autónomos abrirán nuevas opciones de servicio; y, transversalmente, la presión normativa y el reporte de sostenibilidad elevarán la exigencia y la transparencia.
Las compañías están optando por soluciones cada vez más flexibles y rentables que sustituyen modelos tradicionales rígidos.
Personas y cultura: del coche de empresa al Mobility as a Benefit
La rigidez del coche de empresa va cediendo ante opciones más versátiles y económicas, con grandes corporaciones a la cabeza y pymes sumándose en busca de eficiencia y atractivo para el talento.
Según la AEGFA, más del 60% de las grandes compañías españolas está revisando sus políticas para reducir huella de carbono y un 45% ya aplica movilidad compartida o planes de transporte al trabajo.
Entre las prácticas habituales destacan los vehículos eléctricos compartidos, plataformas de gestión de rutas en tiempo real y bonificaciones por movilidad sostenible (bicicleta, transporte público).
Este enfoque encaja con el concepto de “Mobility as a Benefit” (MaaB): el empleado elige cómo moverse según sus necesidades, combinando abono transporte, carsharing, taxi corporativo o micromovilidad.
Una directiva de sostenibilidad de una multinacional tecnológica en Barcelona lo resume así: hemos pasado de ofrecer solo coche de empresa a una plataforma con opciones múltiples ajustadas a cada persona, mejorando satisfacción interna e imagen externa.
Herramientas, proveedores y casos: de BizAway a Ayvens
En la práctica, todo esto se viabiliza con tecnología y socios adecuados. BizAway ha puesto el foco en IA, automatización y soporte humano, además de recomendaciones basadas en ritmos biológicos y pautas de microdescanso.
Soluciones como Kisi Mobility, VADE City o Meep integran y controlan los desplazamientos desde una única plataforma, lo que facilita el cumplimiento normativo (incluida la Ley de Movilidad Sostenible) y la medición ambiental y económica.
Desde el ámbito institucional, el Ministerio de Transportes canaliza fondos Next Generation EU para estimular la implantación de Planes de Transporte al Trabajo, un paso clave para pasar de la intención a la acción.
En cuanto a enfoque empresarial, compañías del sector como Ayvens combinan electrificación, descarbonización y prácticas circulares (por ejemplo, extensión de vida útil y piezas remanufacturadas) dentro de su estrategia internacional.
En palabras de un director de Personas y Cultura en el sector transporte, la movilidad forma parte de la experiencia del empleado: ofrecer soluciones seguras, eficientes y sostenibles mejora fidelización, salud y responsabilidad social.
Recursos útiles y conocimiento aplicable
Para entender mejor las palancas que vienen, resulta útil revisar whitepapers y guías especializadas que profundizan en tendencias, métricas y casos. Un ejemplo: el documento de Arval sobre el futuro de la movilidad corporativa, disponible aquí: Descargar whitepaper.
Asimismo, organizaciones y plataformas como celering.com ayudan a explorar alianzas estratégicas, evaluar opciones de movilidad integrada y desplegar pilotos con medición rigurosa de resultados.
Queda claro que viajar mejor es un imperativo competitivo: cuando la movilidad se diseña desde la estrategia, los datos y el cuidado a las personas, cada reunión gana impacto, los equipos funcionan con más energía y la empresa avanza con paso firme hacia la sostenibilidad y el cumplimiento.