- La demanda de sanitarios crece y eleva notas de acceso y competencia.
- Revisar plan de estudios, prácticas y becas es clave para elegir bien.
- Enfermería, Fisioterapia, Psicología y Medicina ofrecen alta empleabilidad.
Estudiar Ciencias de la Salud es apostar por un ámbito apasionante y muy pegado a la realidad, donde la vocación se mezcla con datos y necesidades del sistema. La oferta universitaria es amplia y cubre desde itinerarios clásicos hasta áreas emergentes, con carreras que van de Medicina a Enfermería, Fisioterapia o Psicología, además de disciplinas afines como Nutrición, Biotecnología o Farmacia. Si te estás planteando dar el paso, conviene entender bien cómo se organiza esta rama, qué exige cada grado y qué salidas profesionales ofrece.
En España, la demanda de profesionales sanitarios lleva tiempo creciendo y el debate es constante: hacen falta más médicos y enfermeras, y también perfiles como fisioterapeutas y psicólogos para garantizar una atención de calidad. Eso se traduce en un mayor interés por estos estudios, medidas de control de plazas (numerus clausus) y, en consecuencia, notas de acceso más altas y más candidatos por cada asiento. Elegir bien exige informarse al detalle y, como verás, hay varios factores que marcan la diferencia.
Qué implica estudiar la rama de Ciencias de la Salud
Al revisar la oferta de grados verás que hay titulaciones con nombres muy similares. No es un error: las universidades tienen autonomía para decidir la denominación de cada título, de manera que lo verdaderamente decisivo es el contenido del plan de estudios y cómo se organiza la enseñanza en cada centro. Por eso, antes de enamorarte de un nombre, compara asignaturas, metodologías y el enfoque competencial.
Para tomar una decisión con cabeza, plantéate varios aspectos clave: el sistema de acceso (cómo se ingresa y qué nota se necesita), la duración del grado, la titulación que obtendrás, las salidas profesionales concretas, el precio, el nivel de dificultad y los sistemas de financiación y becas. Este análisis te permitirá comparar de forma realista y evitar sorpresas de última hora en cuanto a carga de prácticas, turnos o evaluaciones.
Si quieres afinar todavía más, puedes consultar las notas de corte de años previos mediante buscadores específicos de la rama sanitaria. No determinan el futuro, pero sirven para estimar cómo de competitiva es una plaza concreta y con qué margen puedes trabajar durante el proceso de admisión.
Dónde estudiar: modelos formativos y experiencias
Entre las instituciones que concentran gran parte de la oferta, la Universidad Europea reúne programas diseñados para preparar al estudiante con una mezcla muy potente de teoría y práctica. Si te atrae un enfoque aplicado con miras al mundo real, aquí encontrarás grados en Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Psicología entre otras opciones. La propuesta se apoya en instalaciones actualizadas, aprendizaje basado en casos y una cultura académica que pone el acento en la excelencia, la internacionalidad y la experiencia práctica.
Además de su metodología, la capilaridad geográfica suma puntos: campus en Madrid, Valencia, Canarias y Alicante, y alternativas online para quienes necesitan flexibilidad. Ese abanico permite estudiar desde donde mejor encaje con tu situación personal, sin renunciar a prácticas de calidad ni a un entorno que promueve el crecimiento personal y profesional.
La variedad de disciplinas también es un plus. Abarca áreas vinculadas como Nutrición y Dietética, Biotecnología y Farmacia, sin olvidar estudios relacionados con biomedicina, actividad física, neurociencias, logopedia, terapia ocupacional o podología. Es habitual que cada titulación cuente con su ficha institucional y que exista un catálogo general para explorar el conjunto de la oferta, lo que facilita comparar itinerarios y especializaciones.
El peso de la investigación es otro motor de cambio. Desde los estudios de Ciencias de la Salud de la UOC se impulsa una investigación con impacto social tangible, centrada en comprender, prevenir y actuar sobre problemas reales vinculados al entorno, los estilos de vida y los factores individuales. La cultura es colaborativa y busca conectar equipos y ámbitos de conocimiento para acelerar resultados útiles.
En ese marco se trabajan líneas como la salud de la mujer, el envejecimiento, la neuropsicología, la alimentación y la actividad física, la salud digital, la salud planetaria y la epidemiología y la salud pública. Para el estudiante, que la docencia se nutra de investigación puntera se traduce en contenidos actualizados y en una sensibilidad mayor hacia los retos sanitarios de hoy y de mañana.
Andalucía y Sevilla: oferta, demanda y acceso
Si centras la mirada en Sevilla y su entorno, la pregunta lógica es: ¿qué se puede estudiar aquí que encaje con la realidad del mercado? En la región hay una oferta amplia que va del grado en Fisioterapia a Medicina, incluye dobles grados combinados con Farmacia y llega a Podología o Nutrición. Hay opciones en universidades públicas y privadas, aunque, pese a la diversidad, las plazas siguen quedándose cortas para la demanda real de la población.
El crecimiento de solicitudes en los grados de Ciencias de la Salud lleva años al alza y lo hace a mayor ritmo que el aumento de plazas. La respuesta en muchos títulos ha sido limitar el acceso mediante numerus clausus, lo que a su vez empuja hacia arriba las notas de acceso y la competencia por cada lugar disponible. Quien planifica con antelación y conoce bien estos condicionantes juega con ventaja.
Para sumar alternativas en el área sanitaria, la Universidad CEU Fernando III ha ampliado su oferta en el campus de Bormujos con cuatro nuevas titulaciones desde el curso 2025/26. La apertura de la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Vida refuerza el ecosistema formativo de la zona con planes de estudio pensados para el presente del sector, alineados con el desarrollo científico y un marcado enfoque humanista propio del grupo CEU.
Entre las preferencias de primer orden, los datos de la Junta de Andalucía sitúan a Medicina, Enfermería, Educación Primaria, Psicología y Derecho a la cabeza, seguidos por ADE y Educación Infantil. Un termómetro claro de hacia dónde miran los futuros universitarios.
Si te identificas con la vocación sanitaria, explorar estos grados en Sevilla es una buena idea, más aún si buscas una institución de prestigio con la que transformar esa vocación en una carrera sólida. La clave está en encajar perfil, intereses y oportunidades reales de inserción laboral.
Carreras clave dentro de la rama sanitaria
Grado en Enfermería
Quien quiera ejercer como enfermero o enfermera debe cursar el grado oficial en Enfermería y, una vez titulado, colegiarse en el colegio profesional del territorio donde se vaya a trabajar. El acceso se realiza tras superar la Selectividad y el itinerario combina una base científica con mucha práctica clínica.
Son cuatro años para adquirir una visión completa de los cuidados y la atención sanitaria, pero también para profundizar en prevención y promoción de la salud. Es una carrera muy práctica, con un fuerte componente ético y humanista, que permite asomarse a áreas tan relevantes como salud mental, geriatría y urgencias, entre otras.
Según estimaciones de la consultora Randstad, un profesional de Enfermería puede alcanzar los 40.000 euros anuales a partir de unos seis años de experiencia, siempre dependiendo del puesto, la responsabilidad y el entorno de trabajo.
Si te motiva una formación que combine patologías, procedimientos y cuidados con competencias de gestión y administración de servicios, es una opción redonda. Las posibilidades de inserción abarcan clínicas y hospitales privados, centros escolares, recursos de rehabilitación y laboratorios, con demanda notable en múltiples contextos asistenciales.
La necesidad del sistema se refleja en las cifras: diversos análisis señalan que España necesitaría más de 141.000 enfermeras y enfermeros para situarse en niveles similares a los de otros países europeos. Esa brecha explica por qué el empleo es dinámico y por qué las universidades refuerzan la parte práctica desde primero.
Grado en Fisioterapia
La Fisioterapia está íntimamente conectada con la rehabilitación, pero también con el abordaje de afecciones musculoesqueléticas y la mejora del rendimiento físico. Es uno de los títulos que más ha crecido en interés en los últimos años, y aun así España sigue por detrás en número de profesionales: en torno a 62.000 fisioterapeutas frente a los 97.000 de Francia o los 195.000 de Alemania.
Su papel en la prevención es cada vez más evidente: desde programas para reducir el dolor crónico hasta protocolos en deporte y empresa. Además, comparte bases con otras carreras sanitarias, lo que facilita proyectos comunes y una visión integral del paciente, con un claro enfoque biopsicosocial.
El plan de estudios incide en biomecánica y aparato locomotor, y conecta con áreas como la traumatología, la neurología o el manejo del dolor. Durante cuatro cursos se recorren prácticamente todas las vertientes posibles para, después, orientar la carrera hacia los ámbitos que más encajen con tus intereses clínicos o de rendimiento.
Hay un matiz importante: a diferencia de otros estudios sanitarios, no existe todavía un catálogo oficial de especialidades en Fisioterapia reconocido por el Ministerio de Sanidad. Esto dificulta en parte el acceso al Sistema Nacional de Salud, pero no impide un desarrollo sólido en el ámbito privado, donde las competencias avanzadas y las certificaciones cobran especial valor.
Grado en Psicología
La salud mental se ha situado en el centro del debate público. En empresas, centros educativos y entornos comunitarios, la figura del psicólogo resulta imprescindible para promover conductas saludables y dar respuesta a necesidades emocionales y conductuales.
A lo largo de cuatro años, el grado profundiza en el comportamiento humano, el aprendizaje y el desarrollo emocional, y ofrece herramientas para la evaluación y el diagnóstico que permitan intervenir con rigor metodológico. Se combinan asignaturas teóricas con prácticas y estudios de casos.
Es, no obstante, una profesión con mucha competencia. Aunque la vertiente clínica es la más conocida, hay salidas en ámbitos muy variados: psicología forense, orientación en centros educativos, formación ocupacional, investigación aplicada, recursos humanos o intervención comunitaria, por citar algunas.
Grado en Medicina
Medicina suele ser la primera opción cuando se piensa en la rama sanitaria. Es una carrera vocacional y exigente, con una base científica sólida, que se centra en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades. La formación dura seis años e incluye muchas horas de laboratorio, sesiones clínicas y contacto con pacientes bajo supervisión.
Durante el grado se estudian a fondo fisiología, genética, bioquímica y farmacología, además de un amplio abanico de patologías y procedimientos. El objetivo es formar profesionales capaces de tomar decisiones clínicas de calidad, integrando evidencias, habilidades técnicas y sensibilidad hacia el paciente.
Al terminar, muchos egresados optan por la formación especializada vía residencia, el conocido MIR, que permite acceder a alguna de las 48 especialidades médicas oficiales y trabajar en el sistema público de salud como médico interno residente. Otras personas eligen la vía privada o la investigación biomédica, según intereses y oportunidades.
En términos de empleabilidad, Medicina se sitúa entre las titulaciones con mayor inserción laboral, con tasas superiores al 95% y solo por detrás de áreas como Informática, según reflejan distintos informes de inserción.
Cómo elegir tu camino con criterio
Con tanto donde escoger, conviene trazar una hoja de ruta. Dedica tiempo a comparar planes de estudio, visita jornadas de puertas abiertas y habla con alumnado actual y egresado. Verás que, más allá del nombre del título, la diferencia suele estar en el modelo docente, las prácticas, la red de centros colaboradores y el acompañamiento que ofrece cada universidad.
- Analiza el plan de estudios: asignaturas, créditos prácticos, metodologías y evaluación.
- Valora el acceso: nota de corte reciente, plazas ofertadas y posibles vías alternativas.
- Comprueba las salidas: empleabilidad, convenios de prácticas y posibilidades de especialización.
- Calcula la inversión: matrícula, becas, financiación y costes indirectos (materiales, desplazamientos).
Otra palanca útil son las fichas institucionales de cada grado y los catálogos generales donde se recoge la oferta completa; ahí es más fácil ver requisitos, duración y objetivos de aprendizaje, y hacerte una idea de la cultura académica del centro. Si el centro tiene líneas activas de investigación o simula escenarios clínicos con tecnología actual, mejor que mejor.
Estudiar Ciencias de la Salud supone un compromiso con las personas y con la mejora continua. Entre la demanda real de profesionales, la variedad de itinerarios y la renovación de las metodologías docentes, el momento es especialmente propicio para formarte y aportar. Con información fiable sobre acceso, duración, contenidos y salidas, y teniendo presentes factores como el numerus clausus o las notas de corte, es más fácil encontrar ese grado que encaja contigo y con lo que el sistema sanitario necesita.

