- SABI reúne información identificativa y financiero-contable de más de 2,7 millones de empresas de España y Portugal, permitiendo análisis detallados y comparativos.
- La herramienta ofrece búsquedas avanzadas por múltiples criterios (localización, actividad, tamaño, variables financieras) y ficha completa para cada empresa.
- Es posible exportar datos e informes, pero en entornos académicos existe un límite semanal de descargas, por lo que conviene seleccionar solo la información necesaria.
- Utilizado con criterio, SABI se convierte en un recurso clave para estudios sectoriales, trabajos académicos y análisis profesionales de empresas.
Si trabajas con información de empresas españolas o portuguesas, seguro que has oído hablar de SABI. Esta herramienta se ha convertido en un clásico en universidades, despachos profesionales y departamentos financieros porque permite acceder, en segundos, a datos económico-financieros muy detallados de millones de compañías. Pero, claro, cuando entras por primera vez, la sensación puede ser un poco abrumadora: filtros, menús, listados, ratios… y un montón de opciones que no siempre están claras.
En esta guía de uso de SABI vamos a recorrer, paso a paso, todo lo que necesitas saber para sacarle partido: qué es exactamente, qué información ofrece, cómo acceder, cómo buscar empresas, cómo crear listas, cómo exportar datos respetando los límites de descargas y cómo aprovechar sus herramientas de análisis. Todo ello explicado de forma cercana, con lenguaje de la calle, pero sin perder el rigor y recogiendo toda la información clave que incluyen los manuales y tutoriales académicos más completos sobre SABI.
Qué es SABI y para qué sirve
SABI son las siglas de Sistema de Análisis de Balances Ibéricos. Es una base de datos desarrollada por Bureau van Dijk (actualmente parte de Moody’s Analytics) que reúne información general y financiera de más de 2,7 millones de empresas de España y Portugal, con especial cobertura de sociedades activas y depositantes de cuentas.
Su objetivo principal es ofrecer en un único entorno la información contable, mercantil y descriptiva más relevante de las empresas, de forma estructurada y homogénea, para que resulte fácil comparar compañías, sectores y periodos de tiempo. No es solo un “listín de empresas”, sino una herramienta de análisis muy potente.
Con SABI puedes consultar para cada empresa datos como su denominación social, domicilio, forma jurídica, actividad (CNAE), tamaño, año de constitución, así como sus estados financieros (balance, cuenta de pérdidas y ganancias, ratios, flujos, etc.), datos de empleo, vínculos accionariales, información bursátil en el caso de empresas cotizadas y, en muchas ocasiones, datos históricos de varios años.
Además, SABI permite diseñar búsquedas por criterios muy concretos (actividad, provincia, rango de ventas, número de empleados, forma legal, situación concursal…), guardar esos criterios para reutilizarlos, construir muestras de empresas, exportar la información y generar informes comparativos y estudios sectoriales con bastante profundidad.
En el ámbito universitario y de investigación se usa muchísimo para trabajos fin de grado, fin de máster, tesis, artículos científicos o informes de consultoría, y también en escuelas de administración de empresas, porque ofrece datos normalizados y comparables. Y en la empresa privada es habitual en áreas de análisis de riesgos, compliance, marketing B2B, auditoría, banca, capital riesgo o estudios de mercado.
Acceso a SABI y aspectos a tener en cuenta
El acceso a SABI suele hacerse a través de la suscripción institucional de universidades, bibliotecas o entidades que lo tienen contratado. Normalmente se entra desde la página de la biblioteca electrónica o desde un portal de recursos electrónicos, bien dentro de la red de la institución o mediante acceso remoto (VPN, proxy, autenticación por usuario y contraseña, etc.).
En muchas universidades se accede a través de un enlace tipo “Bases de datos” o “Recursos electrónicos” y, una vez dentro, se selecciona SABI de la lista. A veces también se muestra como “SABI – Sistema de Análisis de Balances Ibéricos” o como parte de las bases de datos de economía y empresa. Es importante respetar siempre las condiciones de uso de la licencia, ya que se trata de un recurso de pago.
Un aspecto clave que recogen varias guías universitarias es la existencia de un límite de 50.000 descargas semanales de datos para toda la comunidad usuaria (en determinadas licencias académicas). Este límite se refiere al volumen de registros y campos exportados y, si se supera, SABI deja de permitir la descarga de información económico-financiera hasta que se renueva el cupo semanal.
Por este motivo, se recomienda utilizar SABI con cabeza y exportar solo los datos estrictamente necesarios: seleccionar bien las variables que vas a necesitar para tu trabajo, evitar descargas masivas sin filtrar y revisar antes en pantalla si la muestra es adecuada. Algunas bibliotecas universitarias incluso publican avisos y recomendaciones en su blog para fomentar un uso responsable, dado que si un solo usuario agota el cupo, afecta a toda la comunidad.
En caso de problemas de acceso (errores, cortes, imposibilidad de descargar datos o aparición de mensajes de límite superado), lo habitual es que la biblioteca o servicio de documentación cuente con una página de ayuda o un servicio de atención donde informan de la situación y ofrecen alternativas temporales o pautas de uso.
Interfaz general de SABI y tipos de búsqueda
Una vez dentro de SABI, la interfaz puede variar ligeramente según la versión (web clásica o versiones más recientes), pero en todas ellas se mantiene una estructura similar: un menú principal para elegir el tipo de búsqueda, una serie de paneles o pestañas de criterios y, finalmente, la visualización y tratamiento de los resultados.
Normalmente encontrarás opciones como “Búsqueda rápida” y “Búsqueda avanzada”. La búsqueda rápida permite localizar una empresa concreta introduciendo datos sencillos, como el nombre, el NIF/CIF, el número de identificación (ID) interno de SABI, la localidad, etc. Es ideal cuando ya sabes qué empresa quieres consultar y solo necesitas ver su ficha y sus cuentas.
La búsqueda avanzada (o detallada) es la que despliega toda la potencia de SABI. A través de múltiples pestañas (identificación, localización, actividad, tamaño, datos financieros, etc.) puedes combinar criterios para construir un perfil muy preciso de las empresas que quieres analizar. El sistema muestra en todo momento el número de compañías que cumplen las condiciones que vas definiendo, lo cual ayuda a controlar mejor el tamaño de la muestra.
También es frecuente disponer de plantillas o búsquedas predefinidas, por ejemplo para localizar empresas por sector y zona, para seleccionar empresas cotizadas, para ver únicamente sociedades activas, o para acotar por tamaño en función de las ventas o los empleados. Estas plantillas ayudan a usuarios menos expertos a no perderse entre tantas opciones.
Una vez definida la búsqueda, SABI devuelve un listado de empresas que puedes ordenar, filtrar de nuevo, seleccionar parcialmente (por ejemplo, para excluir ciertas compañías) y guardar como listado de trabajo o como conjunto de empresas favorito, según las opciones de la versión que esté usando tu institución.
Información disponible de cada empresa
Al hacer clic en una empresa concreta dentro del listado de resultados, SABI abre una ficha individual organizada por pestañas temáticas. Aunque pueden variar, las más habituales son: identificación, actividad, directivos, cuentas anuales, ratios, accionistas y participadas, información bursátil, documentos, etc.
En la pestaña de identificación, por lo general, verás la denominación social completa, el NIF, la forma jurídica (sociedad anónima, limitada, cooperativa, etc.), la dirección postal, la localidad, la provincia, el código postal, la web si está disponible, el teléfono y otros datos de contacto. Suele incluir el año de constitución, información sobre la situación actual (activa, disuelta, en concurso…), así como el código CNAE o NACE que identifica su actividad principal.
En otras pestañas se recoge información sobre la estructura directiva (administradores, consejeros, apoderados, cargos ejecutivos) y ofrece datos útiles para el perfil de un administrador de empresas, y, en los casos en los que se dispone de ella, datos sobre la composición accionarial o los vínculos con otras empresas del grupo. Para empresas que forman parte de grupos empresariales, SABI puede mostrar un mapa de relaciones bastante útil para ver quién controla a quién.
La parte más utilizada en el ámbito académico es la referente a las cuentas anuales. SABI ofrece el balance y la cuenta de pérdidas y ganancias en formato normalizado, pudiendo consultar los principales epígrafes (activo, pasivo, patrimonio neto, fondos propios, deuda, ingresos de explotación, resultado neto, etc.) y, a menudo, disponer de series históricas de varios ejercicios. Esto facilita los análisis de evolución temporal y resulta complementario al trabajo de un contador.
Además, la herramienta calcula de forma automática un amplio conjunto de ratios financieros: liquidez, solvencia, rentabilidad económica y financiera, rotación de activos, margen, endeudamiento, cobertura de intereses, etc. Estos indicadores son básicos para evaluar la salud económica de la empresa y resultan muy útiles a la hora de comparar compañías dentro de un mismo sector.
En el caso de empresas cotizadas, SABI suele incluir información bursátil, como el mercado en el que cotizan, algunos datos de capitalización o referencias a la evolución de sus títulos, aunque para un análisis bursátil profundo habitualmente se combina con otras bases de datos especializadas.
Búsquedas por criterios: cómo construir una muestra de empresas
Una de las funciones estrella de SABI es la posibilidad de crear listados de empresas a partir de criterios muy concretos. De este modo, no solo consultas una compañía aislada, sino que generas una muestra representativa para estudiar un sector, una región o un tipo de empresa específico.
Entre los criterios más comunes están los relacionados con la localización (país, comunidad autónoma, provincia, municipio, código postal), la actividad económica (CNAE principal o secundaria, palabras en la descripción de la actividad), el tamaño (intervalos de ventas, número de empleados, total de activos), la forma jurídica, el año de constitución o la situación legal (empresas activas, inactivas, en concurso, disueltas, etc.), lo cual ayuda a identificar tipos de empresas.
También se pueden realizar búsquedas basadas en variables financieras: por ejemplo, empresas con un volumen de ventas superior a una cifra dada, compañías con resultado neto positivo, empresas con determinado rango de rentabilidad, con un nivel de endeudamiento concreto o con un determinado crecimiento de la facturación entre dos años.
Otra opción interesante es filtrar por pertenencia a un grupo empresarial, por cotización en bolsa, por tipo de consolidación de las cuentas o por la existencia de determinados documentos. De esta manera, puedes centrarte solo en empresas independientes, en matrices de grupo, en filiales o en conglomerados concretos.
El proceso suele consistir en ir añadiendo filtros desde diferentes pestañas de criterios. Cada vez que añades una condición, SABI recalcula el número de empresas que cumplen con todos los requisitos combinados. Así puedes ir afinando la búsqueda hasta lograr un conjunto de casos manejable y bien definido, siempre teniendo en mente que menor será el número de empresas resultantes cuanto más restrictivo seas.
Una vez que estás conforme con la búsqueda, es posible guardar los criterios como una “definición de búsqueda” reutilizable, de modo que en el futuro puedas actualizar los resultados sin tener que reconstruir todo el filtro desde cero. Esto ahorra mucho tiempo, sobre todo si trabajas con el mismo tipo de muestra en varios proyectos.
Visualización, ordenación y selección de resultados
Tras ejecutar una búsqueda, SABI presenta un listado con las empresas que cumplen las condiciones. Ese listado puede configurarse para mostrar determinadas columnas: nombre de la empresa, NIF, provincia, ventas, número de empleados, forma jurídica, etc. El usuario decide qué variables son más relevantes para ver de un vistazo los datos que le interesan en la primera pantalla.
Es posible ordenar el listado por cualquiera de las columnas (por ejemplo, de mayor a menor volumen de ventas, por orden alfabético de empresas, por número de empleados, por provincia, etc.). Esta ordenación es muy útil si quieres localizar a las empresas más grandes de tu muestra o detectar rápidamente aquellas que cumplen mejor cierto criterio.
Además, SABI permite seleccionar solo algunos registros del listado para trabajar con ellos de forma independiente: puedes marcar empresas individuales, rangos de filas o aplicar filtros adicionales sobre las columnas ya visibles. De esta forma, por ejemplo, puedes partir de un sector entero y luego quedarte solo con las empresas de una determinada región o con un determinado nivel de facturación.
En muchas versiones, existe la opción de crear listas propias de empresas (a veces llamadas “carpetas” o “conjuntos”), en las que se agrupan compañías que te interesan especialmente. Esto resulta práctico cuando trabajas con empresas recurrentes o cuando quieres comparar periódicamente un mismo conjunto de compañías.
El listado de resultados también sirve como punto de partida para estadísticas descriptivas, gráficos y análisis globales de la muestra, sin necesidad de entrar una por una en las fichas. Así, con poco esfuerzo puedes obtener una visión general del sector o del conjunto de empresas seleccionado.
Exportación de datos y límite de descargas
Una vez que tienes definido tu listado y has comprobado que las empresas y variables son las que necesitas, llega la parte de la exportación. SABI permite descargar los datos en varios formatos (como hojas de cálculo o archivos de texto) para analizarlos más a fondo con programas estadísticos, hojas de cálculo o software de econometría.
En el proceso de exportación, el usuario elige qué campos desea incluir: datos de identificación (nombre, NIF, dirección, actividad), variables financieras (ventas, resultados, activos, etc.), ratios, datos de empleo y otros elementos que resulten útiles para el análisis. Cuantos más campos y más empresas selecciones, mayor será el volumen de información descargada.
En el contexto académico, y según informan varias bibliotecas universitarias, hay que prestar una atención especial al ya mencionado límite de descargas semanales de información económico-financiera. Este límite se calcula considerando tanto el número de empresas como el número de variables descargadas, por lo que conviene planificar las descargas con cuidado.
Por ejemplo, no es lo mismo descargar un listado de cien empresas con tres variables que exportar diez mil empresas con todas las cuentas y ratios disponibles. En el segundo caso, el consumo del cupo de descargas será mucho mayor y puede suponer agotar la cuota para todos los usuarios. Por eso, las guías de uso insisten en seleccionar de forma responsable las variables, evitando descargar campos que luego no se van a utilizar.
Antes de lanzar una exportación masiva es recomendable revisar el listado en pantalla, comprobar si realmente necesitas todas las empresas seleccionadas, reducir el número de años de cuentas descargados si no son imprescindibles y, en definitiva, ajustar el volumen de datos al objetivo concreto de tu trabajo. En caso de duda, muchas bibliotecas ofrecen asesoramiento sobre cómo optimizar las búsquedas y exportaciones.
En algunos manuales se menciona que, cuando se supera el límite semanal, SABI deja de permitir la descarga de datos financieros hasta que se renueva el cupo. En ese periodo, aunque puedas seguir visualizando información en pantalla, no podrás obtener nuevos archivos de exportación con valores económico-financieros. De nuevo, esto subraya la importancia de una planificación cuidadosa del uso del recurso.
Informes, comparativas y análisis con SABI
Además de las búsquedas y las exportaciones, SABI incluye herramientas para generar informes detallados de empresas y análisis comparativos entre compañías o grupos de empresas. Estos informes pueden adoptar distintos formatos, más sintéticos o más extensos, en función de lo que necesites.
Un informe típico de empresa suele incluir un resumen con los datos de identificación y actividad, las principales magnitudes financieras (ventas, resultados, activos, deuda), la evolución de estas cifras durante varios años, algunos ratios significativos y, en su caso, información sobre los administradores y la estructura accionarial. Todo ello se presenta en tablas y, a menudo, en gráficos de fácil interpretación.
Para estudios sectoriales o académicos, resulta especialmente útil la opción de crear informes comparativos entre un conjunto de empresas: puedes ver la media, la mediana u otros estadísticos para tu muestra, comparar la posición de cada compañía frente al resto, estudiar la distribución de variables como la rentabilidad o el endeudamiento y analizar tendencias por tamaño, zona geográfica o cualquier criterio que hayas definido.
Algunas guías destacan que estos análisis permiten realizar estudios de benchmarking, detectar outliers, evaluar la estructura financiera típica de un sector o examinar el comportamiento de empresas con determinadas características (por ejemplo, empresas jóvenes de base tecnológica, pymes exportadoras, compañías familiares, etc.). En resumen, SABI se convierte en un laboratorio de datos empresariales bastante completo.
Otra posibilidad que suele contemplarse es la generación de informes de tipo “dossier” para una empresa concreta, muy valiosos en contextos de análisis de riesgos, negociación con proveedores, preparación de operaciones corporativas o simplemente para conocer en profundidad a un posible cliente. Estos dosieres reúnen de forma ordenada la información clave disponible sobre la empresa.
Para quienes elaboran trabajos académicos, la combinación de las estadísticas de SABI con otras fuentes (como encuestas, entrevistas o bases de datos sectoriales) permite construir estudios empíricos muy sólidos sobre el tejido empresarial y su evolución, incorporando evidencia cuantitativa rigurosa basada en cuentas oficiales.
Al final, SABI es algo más que una base de datos; es una plataforma que, bien manejada, se convierte en un aliado para entender cómo se financian, crecen, se endeudan y se reestructuran las empresas en España y Portugal, tanto a nivel individual como colectivo.
Todo este potencial se aprovecha mejor cuando se combinan un conocimiento claro de los objetivos del análisis con un uso responsable de los filtros, de las descargas y de las herramientas de informes, sacando jugo a la inmensa cantidad de información que ofrece SABI sin malgastar recursos ni perderse en exceso de datos.

