- El 21 de marzo, la UNESCO impulsa la poesía como diversidad lingüística e identidad compartida.
- Los videopoemas acercan los versos: voz, imagen y música potencian comprensión y emoción.
- Ejemplos destacados: Marwan, Neruda, Rosalía de Castro, Elvira Sastre y la serie Vérsame.
- Centros, fundaciones y ciudades activan proyectos y lecturas que pueden replicarse en el aula.
El 21 de marzo es una fecha que la UNESCO reservó para celebrar la poesía en todo el mundo, y cada año llegan propuestas que la acercan a más personas, desde centros educativos hasta fundaciones y proyectos culturales. La fórmula del videopoema se ha convertido en una puerta de entrada perfecta: une voz, imagen y música para hacer que los versos se vivan, no solo se lean.
Más allá del homenaje, la jornada impulsa objetivos muy claros: dar visibilidad a la expresión poética, reactivar las tradiciones orales de recitales, reconocer a los poetas y reforzar su enseñanza en la escuela. Los beneficios para el alumnado son palpables: facilita expresar sentimientos, estimula el desarrollo emocional, amplía el vocabulario, favorece el lenguaje y mejora la dicción, y si encima lo unimos con imágenes y sonido, el impacto se multiplica.
Índice de contenido
- Día Mundial de la Poesía: qué es y por qué se celebra
- Por qué los videopoemas enganchan en el aula y fuera de ella
- Cinco videopoemas para disfrutar y trabajar
- Proyectos y lecturas colectivas que inspiran
Día Mundial de la Poesía: qué es y por qué se celebra
La UNESCO adoptó el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía en su 30ª Conferencia General en París en 1999 con un propósito amplio y ambicioso. Apoyar la diversidad lingüística, fomentar la visibilización de lenguas en peligro y poner en valor una de las formas de expresión e identidad más preciadas de la humanidad forman parte del núcleo de la efeméride.
La poesía nos habla de aquello que compartimos y de lo que nos hace únicos, abre diálogo y tiende puentes: incluso un poema sencillo puede convertirse en un catalizador de paz y entendimiento. Esta dimensión humanista es la que explica que instituciones, bibliotecas, ciudades y comunidades educativas se vuelquen en actividades, lecturas y piezas audiovisuales cada 21 de marzo.
Por qué los videopoemas enganchan en el aula y fuera de ella
Los videopoemas suman voz, ritmo, imágenes y, a menudo, música, de modo que la recepción poética se vuelve más sensorial. Para el entorno escolar, supone un recurso idóneo: los estudiantes exploran el texto, lo interpretan, locutan, editan y planifican planos para acompañarlo. Ese proceso creativo fortalece la comprensión lectora y la expresión oral, a la vez que incorpora competencias audiovisuales.
Entre los beneficios observados en contextos educativos destaca la capacidad de la poesía para canalizar emociones, ampliar léxico y mejorar la dicción. Al llevarla al terreno audiovisual, se estimula además la planificación narrativa y el pensamiento visual. La experiencia de grabar y montar ayuda a tomar decisiones sobre tono, pausas, encuadres o música, aspectos que potencian el sentido del poema.
Otra ventaja es la accesibilidad: un videopoema permite llegar a públicos que no se acercan habitualmente al libro, y puede difundirse fácilmente en webs institucionales o centros culturales. Los contenidos incrustados facilitan que la audiencia escuche y vea los versos sin salir de la página y, así, el impacto de la acción crece.
Cinco videopoemas para disfrutar y trabajar
Entre las propuestas que mejor funcionan para celebrar el 21 de marzo, hay cinco piezas muy difundidas que pueden inspirar tanto al profesorado como a cualquier amante de la poesía. Su diversidad de estilos y voces hace que encajen en distintos niveles y objetivos.
Consejo de supervivencia para jóvenes sensibles
El cantautor y poeta madrileño Marwan transforma con frecuencia sus textos en piezas audiovisuales en las que su voz se acompasa con imágenes en movimiento. En este videopoema, comparte un mensaje dirigido a quienes encuentran refugio en la escritura y buscan belleza entre la bruma. La puesta en escena subraya la calidez de la voz y el vínculo íntimo con los versos, reforzando el carácter confesional del poema.
La selección visual acompaña el vaivén emocional de su lectura, con planos que refuerzan la idea de llevar un universo entero en el bolsillo de quien sostiene un lápiz. Es una invitación explícita a seguir a quienes persiguen lo hermoso y comprenden el mundo al rozar la piel de un poema.
Me gusta cuando callas porque estás como ausente
Una joven interpreta el célebre Poema 15 de Pablo Neruda con un acompañamiento mínimo: solo música de piano y su voz, lo que hace que la atmósfera sea íntima y contenida. El enfoque sonoro dirige la atención a las imágenes del poema, donde el silencio se compara con una luz clara, con la sencillez de un anillo y con una noche serena y estrellada.
La lectura acumula millones de visualizaciones, y no es casualidad: el timbre pausado y los silencios bien medidos permiten que cada metáfora respire. La sencillez formal realza la emoción y convierte la pieza en una estupenda puerta de entrada al universo nerudiano.
Negra sombra
Este videopoema rinde homenaje a Rosalía de Castro y a su poema de Follas novas. Combina viola, guitarra, voz y subtítulos en castellano, con distintos planos que aportan dinamismo. La musicalidad de la pieza acentúa el motivo central: una sombra persistente que habita en una misma y que nunca abandona, una presencia que asombra y acompaña.
Como curiosidad histórica, el poema se presentó en 1982 en el Gran Teatro de La Habana, un hito que sitúa la recepción de la obra en un contexto escénico significativo. La mezcla de idiomas (origen gallego y subtítulos castellanos) añade una capa de diversidad lingüística muy coherente con el espíritu del Día Mundial de la Poesía.
Elvira Sastre
Poeta, narradora y traductora, Elvira Sastre comenzó a compartir sus textos en YouTube a partir de 2012. Desde entonces, su producción ha crecido con obras centradas en el amor y la igualdad, además de colaboraciones y lecturas de otras voces. Sus videopoemas alternan entre piezas recitadas por ella misma y versiones en las que lectores y lectoras aportan su propia cadencia, lo que multiplica puntos de vista y registros.
Ese diálogo entre autoría y comunidad es clave: la poesía se difunde, se reconoce en otras voces y viaja a nuevas audiencias. La variedad de timbres y ritmos convierte cada texto en una experiencia distinta, ideal para trabajar la interpretación y la oralidad en el aula.
Vérsame I
Se trata de un montaje que reúne fragmentos de cinco poemas en una misma pieza, entre los que destacan textos de Mario Benedetti (como Otherness), Pablo Neruda (Poema 3) o Rubén Darío (La bailarina de los pies desnudos). La selección se amplía con Vérsame II, que incorpora versos de Pedro Salinas, Bécquer o Escandar Algeet, creando un díptico de autores clásicos y contemporáneos.
La narración se construye con voz, presencia de la autora en pantalla y música de fondo, lo que facilita hilvanar distintas estrofas con coherencia rítmica. Es un formato excelente para proponer actividades comparativas: cómo cambia el tono entre poetas, qué imágenes comparten y qué recursos son más frecuentes.
Proyectos y lecturas colectivas que inspiran
En numerosos municipios, la jornada del 21 de marzo sirve para integrar a toda la comunidad educativa en piezas audiovisuales conjuntas. Varios centros han grabado videopoemas con el impulso de sus ayuntamientos, que se suman a la celebración desde las áreas de cultura. La idea que subyace es clara: la poesía es poderosa y puede contribuir a un mundo mejor, como expresó Gabriel Celaya al definirla como un arma cargada de futuro.
En uno de estos proyectos se agradece la implicación de los colegios participantes y se subraya el valor de acercar la poesía a la ciudadanía. También se evoca un clásico de Bécquer para enfatizar que lo poético nace del propio tú, del reconocimiento mutuo entre quien pregunta y quien escucha. Ese guiño a la tradición convive con la vertiente más actual del videopoema, que convierte la lectura en una experiencia visual.
Otro ejemplo lo encontramos en la Fundación Lesionado Medular, que ha querido celebrar el Día Mundial de la Poesía con videopoemas realizados por su Escuela de Audiovisuales. El objetivo es acercar el género a usuarios del centro de día y residentes, involucrándoles en todo el proceso. El itinerario de trabajo pasa por elegir los poemas, grabar imágenes propias en la fundación y su entorno, y colaborar en la edición y montaje, de modo que la pieza final tenga sello propio.
En un curso reciente participaron 19 personas y se generaron 12 videopoemas, con un decimotercer proyecto en preparación sobre la discapacidad que se publicaría el martes 25 de marzo. Llama la atención el énfasis en la autoría: de 13 poemas publicados, diez son originales, lo que amplifica la voz de sus creadores. Este enfoque autoral se combina con lecturas de obras de referencia, integrando tradición y creación contemporánea.
La escuela repitió iniciativa en 2024, enfocándose de nuevo en la creación poética: selección de textos de autores clásicos y de nuevas plumas, salidas a grabar planos y un montaje cuidado que respeta la locución de cada alumno. El resultado son vídeos únicos por su combinación de imagen y voz. La diversidad de miradas y el respeto al ritmo de cada lector convierten la serie en un recurso inspirador para otros centros.
La celebración también toma forma de lectura itinerante y coral, como la organizada en Granada por el programa Granada Ciudad de Literatura UNESCO junto con la Asociación del Diente de Oro y el Centro Federico García Lorca. En la tarde-noche del 21 de marzo de 2017, 44 poetas leyeron en 18 librerías de la ciudad, y la actividad quedó recogida en vídeo. Estas rutas poéticas tejen comunidad entre libreros, autores y lectores, y demuestran que la poesía puede tomar las calles y los escaparates.
En algunos contenidos audiovisuales se señalan detalles técnicos y de clasificación por edades: por ejemplo, hay piezas marcadas como no recomendadas para menores de 7 años o identificadas con alta definición. Son etiquetas útiles que orientan sobre adecuación y calidad de visionado. Atender a estas indicaciones ayuda a programar proyecciones en actividades escolares o familiares con mayor criterio.
Cómo trabajar estos videopoemas en el aula
Una manera sencilla de integrar estas piezas es comenzar con una escucha activa: reproducir el videopoema sin distracciones y pedir a los estudiantes que anoten imágenes, sensaciones o palabras clave. La segunda vuelta puede centrarse en el texto: localizar metáforas, tono, voz poética y ritmo, para luego debatir cómo el montaje refuerza o transforma esa lectura.
También funciona repartir roles en pequeños grupos: locución, dirección de escena, cámara, edición y selección musical. El objetivo es que vivan el proceso completo, desde la elección del poema hasta la exportación del vídeo. Este aprendizaje por proyectos se alinea con competencias transversales y permite evaluar tanto producto como proceso.
En cuanto a evaluación, se pueden usar rúbricas que consideren dicción, entonación, comprensión del texto, pertinencia de los planos y cohesión del montaje. Incluir autoevaluación y coevaluación añade capas de conciencia y mejora. Dar espacio a la reflexión sobre lo vivido y lo aprendido ayuda a consolidar habilidades comunicativas y técnicas.
Si se trabaja con poemas en lengua cooficial o en otros idiomas, los subtítulos son un gran aliado, como en la interpretación de Rosalía de Castro con subtítulos en castellano. Esta estrategia refuerza la inclusividad lingüística y facilita el acceso al contenido sin perder la musicalidad original del texto.
Claves de producción para videopoemas caseros con gran efecto
La técnica no necesita ser compleja: un móvil, una fuente de luz suave y un entorno silencioso bastan para obtener buenos resultados. La música, si se usa, debe respetar la voz y no competir con ella. Las pausas y la respiración son parte del ritmo poético; conviene grabar varias tomas y elegir la más clara y sentida.
En lo visual, alternar planos cercanos y medios, incorporar detalles simbólicos y cuidar la continuidad dan profundidad sin encarecer el proyecto. Un guion técnico sencillo (lista de planos, duraciones, transiciones) evita improvisaciones que puedan restar fuerza al poema.
La edición ha de ser sobria: cortes limpios, transiciones discretas y tipografías legibles si se incluyen rótulos o subtítulos. El color y la música deben dialogar con el tono del texto. Menos es más cuando se trata de garantizar que la palabra siga siendo el centro.
Referentes y recursos ya disponibles
Las piezas descritas más arriba muestran un abanico muy útil: del intimismo sonoro del Poema 15 de Neruda a la fuerza musical de Negra sombra, pasando por el tono confidencial de Marwan o las curadurías coralizadas de Vérsame. Sumado a ello, la práctica continuada de centros educativos y fundaciones confirma que hay metodologías replicables y resultados medibles.
Las lecturas colectivas en ciudades, como la de Granada con 44 poetas en 18 librerías, ejemplifican cómo la poesía gana presencia en el tejido urbano y cómo el vídeo permite documentar y perpetuar esas acciones. Ese archivo audiovisual no solo difunde, también inspira a quienes buscan modelos para su propio 21 de marzo.
Además, la experiencia de la Fundación Lesionado Medular aporta un marco claro de inclusión: usuarios y residentes participan activamente, eligen textos, rodan planos y prestan su voz. El dato de que la mayoría de las piezas sean originales remarca la confianza en la creación propia, un paso que cualquier escuela puede animar a dar.
Con todo este paisaje, es fácil trazar una hoja de ruta para la próxima celebración: seleccionar textos significativos, organizar equipos, definir un calendario de grabación, editar con mimo y preparar una pequeña muestra o estreno en el centro, la biblioteca o la web municipal. La clave está en cuidar la palabra y dejar que la imagen la acompañe sin eclipsarla.
Este recorrido por la celebración del Día Mundial de la Poesía a través de videopoemas y lecturas colectivas muestra que hay una base sólida de prácticas, autores y ejemplos para inspirarse: la propuesta de la UNESCO de 1999 cobra vida en aulas, fundaciones, ciudades y pantallas, confirmando que la poesía, cuando se escucha y se ve, llega más lejos. Y quizá ahí resida su fuerza: en la combinación de voces que se entrelazan para que los versos sigan encontrando oído y mirada.
