- La alfabetización en IA se entrelaza con alfabetizaciones digital, informacional y en datos, fortaleciendo pensamiento crítico y ética.
- Marcos clave: DigComp 2.2, directrices éticas de la UE, plataformas europeas y marcos UNESCO para docentes y estudiantes.
- Apoyos de la UE: repositorio de prácticas y red EDIH con formación, asesoramiento sobre la Ley de IA y acceso a TEF y fábricas de IA.
- El AI CFT de la UNESCO guía 15 competencias en 5 dimensiones con progresión adquirir, profundizar y crear para una adopción responsable.
La irrupción de la inteligencia artificial ha cambiado el guion de las competencias docentes y ha ensanchado el significado de la alfabetización digital. Hoy no basta con manejar aplicaciones: es imprescindible comprender, evaluar y usar con criterio sistemas impulsados por IA, anticipando sus implicaciones pedagógicas, éticas y sociales. En educación, esto afecta al diseño de actividades, a la evaluación, a la gestión de datos del alumnado y a la organización de los centros.
Desde Europa hasta América Latina, proliferan marcos y recursos que ayudan a avanzar en este terreno: desde las referencias europeas para ciudadanía y profesorado hasta los marcos de competencias en IA de la UNESCO para docentes y estudiantes, pasando por repositorios de prácticas y redes de apoyo para pymes y administraciones. En estas líneas se desgrana ese ecosistema y se ofrecen pistas prácticas para incorporarlo a la formación docente y a las políticas educativas, con una mirada crítica y centrada en las personas.
Qué significa alfabetizar en IA y cómo se relaciona con otras alfabetizaciones
La alfabetización digital abarca el uso eficaz de dispositivos, software y redes, desde tareas básicas hasta funciones avanzadas como programación o analítica. Su corazón es la operatividad, el saber hacer y la ciencia detrás del aprendizaje. Ahora bien, en el aula del siglo XXI conviene entretejerla con otras tres piezas: alfabetización informacional (buscar, evaluar y usar información de manera ética), alfabetización en datos (leer, trabajar, analizar y comunicar con datos) y alfabetización en inteligencia artificial (entender qué es la IA, cómo funciona y cómo aplicarla con responsabilidad).
La alfabetización informacional exige reconocer cuándo se necesita información, localizar fuentes fiables y juzgar su calidad para evitar desinformación. Implica citar correctamente y comprender el contexto de los contenidos, algo crucial en tiempos de sobreabundancia informativa. Como señalan marcos y estudios de referencia, desarrollar pensamiento crítico es inseparable de estas prácticas, tanto en el profesorado como en el alumnado.
La alfabetización en datos añade la competencia de interpretar gráficos y estadísticas, evaluar la procedencia y calidad de los datos, y detectar sesgos en su recolección o visualización. Esta capacidad habilita decisiones basadas en evidencias y argumentos sólidos y facilita medir el impacto de la tecnología en la educación. En educación, leer y contar historias con datos resulta clave desde la evaluación formativa a proyectos de indagación.
La alfabetización en IA va un paso más allá: comprender principios de aprendizaje automático, modelos de lenguaje y redes neuronales para valorar su idoneidad, limitaciones y riesgos. No se trata solo de usar asistentes o generadores de contenido, sino de relacionarse con sistemas inteligentes de forma consciente, identificar sesgos, custodiar la privacidad y anticipar impactos sociotécnicos.
Para respaldar estas capacidades existen referencias ampliamente aceptadas. En el terreno docente, el Marco Europeo para la Competencia Digital de los Educadores (DigCompEdu) y el Marco de Competencias TIC para Docentes de la UNESCO ofrecen guías para integrar tecnologías con sentido pedagógico. Recursos como el hub del ICT-CFT en OER Commons reúnen materiales prácticos que ayudan a aterrizar estas pautas en formación inicial y desarrollo profesional docente.
Marcos europeos e internacionales de competencia: no hay uno único, pero sí muy útiles
En Europa no existe un único marco que sirva para todas las situaciones, y es lógico: la alfabetización en IA es transversal y evoluciona rápido. Para ciudadanía en general, el Marco de Competencias Digitales para los Ciudadanos (DigComp 2.2) aporta más de 250 ejemplos de conocimientos, habilidades y actitudes, también con menciones a IA, y se prevé una actualización. Además, la Digital Skills and Jobs Platform ofrece recursos abiertos y de calidad para cualquier persona interesada en competencias digitales, incluida la inteligencia artificial.
En el sector educativo, la Comisión Europea ha puesto a disposición directrices éticas sobre IA y datos en la enseñanza y el aprendizaje. Estas pautas ayudan a entender el potencial y riesgos de las aplicaciones educativas de la IA, de modo que el profesorado pueda participar con una mirada positiva, crítica y ética. Junto a ello, la European School Education Platform compila materiales para docentes y estudiantes, y la comunidad del European Digital Education Hub creó un grupo de trabajo que publicó un informe sobre IA en la educación, útil para impulsar la capacitación docente y el trabajo en red.
Desde el plano internacional, la UNESCO ha publicado dos referencias complementarias: el marco de competencias de IA para docentes y el de competencias de IA para estudiantes. El primero guía el desarrollo de capacidades docentes para integrar la IA de manera segura, eficaz y ética; el segundo orienta a los sistemas educativos para que todos los estudiantes consoliden las habilidades necesarias en esta nueva era tecnológica y contribuyan a futuros inclusivos, justos y sostenibles. En conjunto, ambos marcos facilitan la planificación curricular y la formación en distintos niveles educativos.
El marco de competencias de la UNESCO para docentes (AI CFT)
El AI CFT de la UNESCO se apoya en una perspectiva centrada en las personas y en derechos, y propone competencias para aprovechar la IA en educación minimizando riesgos. Estructura 15 competencias en cinco dimensiones: mentalidad centrada en el ser humano, ética de la IA, fundamentos y aplicaciones de la IA, pedagogía de la IA, e IA para el aprendizaje profesional. Su objetivo es servir de referencia para políticas, formación y evaluación docente en clave de calidad e inclusión.
El marco presenta tres niveles de progresión: adquirir, profundizar y crear. La idea es que cualquier docente, incluso sin experiencia previa, pueda avanzar paso a paso. En “adquirir”, la clave es comprender qué es la IA, reconocer beneficios y riesgos y situar el papel humano y los principios éticos; en “profundizar”, se integra la IA en la práctica, alineada con políticas locales o nacionales y asegurando seguridad y privacidad; en “crear”, se impulsa innovación, participación en estándares y políticas, y adaptación de herramientas a necesidades locales. Así, el profesorado puede progresar de lo básico a lo avanzado con una guía clara.
Detalles por nivel: en “adquirir”, se espera que el docente evalúe, seleccione y empiece a aplicar herramientas de IA con criterios éticos, comprendiendo impactos en derechos humanos, justicia social y valores humanistas. En “profundizar”, se demanda capacidad para integrar la IA de forma responsable en su aula, promover equidad, inclusión y diversidad, y analizar críticamente herramientas y proveedores, siempre con protección de datos del alumnado. En “crear”, se pide participar en la elaboración de políticas, diseñar o adaptar soluciones locales con IA, y analizar el papel de la IA en la enseñanza con mirada crítica.
La UNESCO recomienda que los ministerios y agencias responsables de las políticas educativas adapten el marco al contexto, comenzando por un diagnóstico riguroso de herramientas disponibles y de las competencias reales del profesorado. A partir de ahí, conviene identificar brechas entre lo deseado y los programas de formación existentes, y articular niveles de dominio en IA alineados con competencias digitales y profesionales más amplias. Este enfoque holístico pretende acelerar el desarrollo de capacidades sin perder de vista la naturaleza dinámica de la IA.
Ética, riesgos y un enfoque genuinamente centrado en las personas
Usar IA en educación no consiste en subirse a la ola del momento. El marco de la UNESCO subraya la necesidad de desmontar el “hype” y mirar de frente los sesgos, la opacidad algorítmica y los riesgos para la privacidad. También alerta sobre la posible homogeneización informativa y la merma de la diversidad cultural si dependemos de sistemas entrenados con datos limitados o poco representativos. En paralelo, recuerda que el fin último es el bienestar humano, no la adopción tecnológica por sí misma.
La IA, bien implementada, puede mejorar la toma de decisiones educativa mediante analíticas, personalizar apoyos y dar feedback oportuno, incluso en modelos de educación semipresencial. Pero también puede limitar la autonomía, intensificar desigualdades o reforzar discriminaciones existentes, además de implicaciones ambientales por el consumo energético. Por eso, el profesorado necesita una brújula ética para evaluar cada herramienta: ¿qué datos usa?, ¿cómo los protege?, ¿qué sesgos arrastra?, ¿qué efectos secundarios provoca en el aula? Estas preguntas refuerzan una cultura de evaluación y mejora continua.
Recursos y apoyos de la Unión Europea para impulsar la alfabetización en IA
Existe un repositorio público con prácticas de alfabetización en IA que recopila iniciativas de organizaciones de distintos tamaños y sectores, tanto públicos como privados. Las experiencias abarcan perfiles técnicos (como desarrolladores) y no técnicos (administración, asesoría legal), e incluyen también acciones para proveedores, socios y clientela. Se actualiza periódicamente y tiene una finalidad clara: fomentar el aprendizaje y el intercambio entre quienes proveen y despliegan sistemas de IA. Importante: replicar estas prácticas no implica automáticamente cumplir el artículo 4 del Reglamento de IA y su publicación no supone aprobación ni evaluación por parte de la Comisión.
Para pymes y entidades públicas con recursos limitados, la red de Centros Europeos de Innovación Digital (EDIH) funciona como ventanilla única. Actualmente hay centenares distribuidos por Europa y la gran mayoría ya ofrece servicios centrados en IA: cursos, talleres y bootcamps para necesidades y niveles de conocimiento diversos. Además, pueden ejercer de primer punto de ayuda sobre la Ley de IA y abrir puertas a otros apoyos europeos, como instalaciones de ensayo y experimentación (TEF) o las denominadas fábricas de IA. Es posible localizar el EDIH más cercano mediante su catálogo de referencia.
La página europea de preguntas y respuestas sobre alfabetización en IA recoge, entre otras cuestiones, si la Oficina de IA ofrece cursos básicos para la ciudadanía o recomendaciones formativas. La cuestión aparece expresamente planteada en ese recurso, lo que subraya el interés por contar con itinerarios accesibles y de calidad para el gran público. Conviene consultar los canales institucionales actualizados para conocer la oferta vigente en cada momento.
Casos, evidencias y experiencias para inspirar la práctica
En el ámbito universitario, se ha documentado un estudio de caso en la Universidad ITMO que examina la alfabetización en IA del profesorado. Esta investigación, difundida en una revista académica, explora cómo se desarrolla esa competencia en el contexto institucional y qué aprendizajes emergen para mejorar la formación y el acompañamiento. Como recurso complementario, está disponible un documento en PDF que profundiza en hallazgos y enfoques metodológicos a nivel de docencia e innovación educativa.
En niveles preuniversitarios, iniciativas impulsadas por administraciones públicas han presentado propuestas didácticas para trabajar la alfabetización informacional con estudiantes de postobligatoria. Entre guías, informes y experiencias, se pone el acento en una integración eficiente de la tecnología: no se trata de usar herramientas por usarlas, sino de fortalecer una mirada crítica y autónoma sobre la información y sus usos.
Informes de tendencias recientes también señalan la interacción entre IA y analíticas de aprendizaje, destacando oportunidades y riesgos. En esta línea, cobran relevancia los marcos que trascienden el uso instrumental e incorporan consideraciones éticas, sostenibilidad y el desarrollo de competencias docentes que permitan evaluar con rigor el papel de la IA en la enseñanza. Adoptar estas perspectivas ayuda a centrar el debate en impactos reales sobre el aprendizaje y no solo en la novedad tecnológica.
Un ejemplo de divulgación y formación docente en Iberoamérica lo ofrece un webinar organizado desde Chile, orientado a dos frentes: alfabetización en IA para el profesorado y experiencias prácticas de integración en aula. El evento convocó a investigadores, docentes, directivos y responsables de política educativa para compartir aprendizajes de primera mano. La sesión se celebró el 24 de julio de 2024 en formato online, con retransmisión en un canal de YouTube institucional y un correo de contacto para consultas. Esta clase de actividades demuestra que las comunidades educativas están ya experimentando, evaluando y ajustando su relación con la IA.
El programa del seminario fue organizado con intervenciones breves y espacio para preguntas: 16:30, bienvenida; 16:35, exposición sobre formación docente e innovación pedagógica con IA; 16:50, relato sobre colaboración entre docentes para impulsar IA en la educación municipal; 17:05, experiencias de integración práctica de IA en el aula y sus desafíos; 17:20, preguntas y debate; 18:00, cierre y agradecimientos. Cada intervención aportó una perspectiva complementaria para conectar teoría y práctica.
Sobre quienes expusieron, se recogieron perfiles de gran interés para cualquier comunidad educativa. Por un lado, una académica universitaria especializada en integración de tecnologías digitales en docencia, responsable de líneas de formación e investigación y con experiencia en diseño de diplomados centrados en competencias digitales y en la integración de la IA en educación, además de trabajos sobre evaluación apoyada por tecnología y asesorías a programas de capacitación. Por otro lado, una coordinadora de innovación en un centro escolar municipal, con trayectoria en metodologías activas, redes docentes y certificación en ecosistemas educativos digitales. Finalmente, un profesor de educación básica de escuela rural, creador de contenido pedagógico y autor de un libro digital de actividades didácticas, que compartió prácticas efectivas y realistas desde el aula.
Recomendaciones prácticas para centros, pymes y docentes
Para centros educativos: comenzar con un diagnóstico de la competencia digital del claustro y del estado de las herramientas de IA en uso o previstas, contrastándolo con las competencias del marco de la UNESCO y con DigCompEdu. Esto permite detectar brechas y priorizar acciones de formación y acompañamiento. Después, conviene seleccionar casos de uso con sentido pedagógico, diseñar actividades con enfoque humano, privacidad por defecto y evaluación formativa, y establecer protocolos claros de uso responsable y transparente con alumnado y familias.
Para el profesorado: avanzar por niveles. En “adquirir”, explorar herramientas con licencia y políticas claras de datos, documentar beneficios y riesgos, y compartir hallazgos con pares. En “profundizar”, diseñar secuencias didácticas mediadas por IA, promover la equidad y la inclusión, y triangular evidencias de aprendizaje con y sin IA. En “crear”, adaptar o combinar herramientas para necesidades locales, participar en elaboración de pautas del centro y contribuir a comunidades de práctica (por ejemplo, en la European School Education Platform o en el Digital Education Hub). En todo momento, mantener una actitud crítica y reflexiva frente a resultados y sesgos.
Para pymes y administraciones públicas: contactar con el EDIH de referencia para evaluar necesidades y diseñar itinerarios formativos ajustados a roles técnicos y no técnicos (personal desarrollador, administración, asesoría legal, atención a usuarios, etc.). Aprovechar talleres, cursos y bootcamps que ya ofrecen, así como orientación básica sobre la Ley de IA y la puerta de entrada a TEF o fábricas de IA. Complementar estas acciones con el repositorio europeo de prácticas de alfabetización en IA, recordando que su replicación no supone presunción de cumplimiento normativo, y que la Comisión no emite validación ni aprobación de dichas prácticas.
Recursos ampliados para profundizar
Además de los marcos y redes citadas, es útil consultar bibliografía sobre alfabetización mediática e informacional (AMI) y alfabetización en datos. Trabajos de referencia han puesto el foco en cómo comprender y usar datos eficazmente, en cómo se construye la credibilidad de las fuentes y en las estrategias para que el alumnado desarrolle una ciudadanía informada. En este sentido, marcos de UNESCO y asociaciones bibliotecarias como la ALA ofrecen claves para diseñar currículos que combinen pensamiento crítico, ética y práctica.
También resulta práctico revisar repositorios y hubs que agregan materiales, como el del Marco de Competencias TIC para Docentes, donde se encuentran guías, rúbricas y secuencias didácticas listas para adaptar. Complementariamente, la European School Education Platform reúne kits y ejemplos para aula, y la Digital Skills and Jobs Platform ayuda a localizar recursos abiertos y oportunidades de formación sobre IA para perfiles muy diversos. Este ecosistema permite que cualquier docente vaya consolidando un itinerario formativo a medida.
La alfabetización en inteligencia artificial para docentes es un camino continuo que aúna marcos de referencia sólidos, redes de apoyo europeas y experiencias reales en centros y aulas. Con una mirada ética y centrada en el ser humano, y sumando recursos como el repositorio europeo de prácticas, los EDIH y los marcos de la UNESCO, el ecosistema educativo tiene a su alcance herramientas y pautas contrastadas para integrar la IA con sentido, elevar la calidad del aprendizaje y cuidar derechos, diversidad y bienestar.


